viernes, 23 de enero de 2009


Tu me dices, yo te digo y asi empieza nuestra guerra cotidiana, yo me armo de adjetivos, tu conjugas el peor de mis pasado, y te apunto donde duele y te acuerdo el peor de tus pecados, tú reviras la ofensivay disparas donde sabes que haces daño.Y en el campo de batalla quedan muertos los mintuos que perdemos, tu me dices, yo te digo y así acaba nuestra guerra cotidianaesta guerra sin cuartel que nadie gana,porque hablamosy no usamos ese tiempo en darnos besos,en pintarnos con las manoslas caricias que queremos y que no nos damos porque siempre hablamos de lo tuyo y de lo mío del pasado y los culpables mientras muere otro minuto porque hablamos. ya te dijeque no es ciertoya dijiste que tú no eres lo que digonadie creenadie aceptacada quien defiende su utopía y el fantasma de la dudase abre paso en la frontera del futuroy el presente moribundose consuela con lo poco que nos queda. y te quieroy me quieres pero somos más idiotas que sensatosy aparece otro día y nos van quedando llagas incurablesde esta maldita enfermedad de hablar de más.

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